Este sistema sencillo de instalar, configurar y gestionar nos supone un ahorro de costes importante, al evitar que tengamos que instalar cableado estructurado para que nuestros usuarios se conecten a los servicios y recursos necesarios para desarrollar su actividad, ya que accedemos a ellos de forma inalámbrica.
El problema radica en que no podemos limitar la señal wifi impidiendo que alguien desde fuera de nuestra empresa se pueda conectar.
Por este motivo debemos:
Cambiar de forma periódica la contraseña de acceso a la Wifi y asegurarnos de que la contraseña es lo suficientemente robusta como para resistir un ataque por fuerza bruta.
No compartir la clave de la Wifi con nadie.
Si necesitamos permitir que personas externas a la empresa accedan a nuestra wifi, configura un SSID específico para ello. Desde este:
o Limitaremos el ancho de banda que permitimos usar.
o No se podrá acceder a los recursos y servicios internos.
o Filtraremos el tipo de páginas que se visitan desde ella, evitando el acceso a páginas con contenidos inapropiados, desde los que se descargan contenidos protegidos por propiedad intelectual, ...
Debes tener en cuenta que nos tocará dar explicaciones si un usuario realiza algún acto delictivo utilizando nuestra infraestructura informática.
La seguridad debe ser proactiva y ya no va a servir el “no lo sabía”.
¿CÓMO PODEMOS PROTEGER NUESTRAS COMUNICACIONES?
Intentando evitar redes públicas.
Usando herramientas VPNs, Redes Privadas Virtuales, que autentican la conexión desde el exterior (usuario | contraseña) y cifran la información que se transmite).
¿Quieres proteger las redes y el wifi de tu empresa?
Mejoras la visibilidad, las llamadas, trasferencia de archivos, cargas y descargas.
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